Los nanomateriales tienen muchas aplicaciones, especialmente en electrónica, pero tienen un problema: son tan pequeños que no reflejan suficiente luz para mostrar detalles finos, como colores, incluso con la ayuda de los microscopios más potentes.
Ahora, los investigadores de UC Riverside pueden haber encontrado una solución. Han concebido una tecnología de imágenes que comprime la luz de la lámpara en un punto del tamaño de un nanómetro, sosteniendo esa luz en el extremo de un nanoalambre de plata. Esto le permite revelar detalles previamente invisibles como los colores.
La luz ‘comprimida’ puede dar a las nanoimágenes un impulso
La técnica no es del todo nueva. Se ha utilizado en experimentos anteriores para observar la vibración de enlaces moleculares a una resolución espacial de 1 nanómetro sin la necesidad de una lente de enfoque.
Luego, los investigadores modificaron la herramienta para medir señales que abarcan todo el rango de longitud de onda visible, esencialmente exprimiendo la luz de una lámpara de tungsteno en un nanoalambre de plata con una dispersión o reflexión casi nula.
“Es como usar el pulgar para controlar el rocío de agua de una manguera”, dijo Ming Liu, profesor asociado de la Facultad de Ingeniería Marlan y Rosemary Bourns de UC Riverside y coautor del estudio.
“Sabe cómo obtener el patrón de pulverización deseado cambiando la posición del pulgar y, de la misma manera, en el experimento, leemos el patrón de luz para recuperar los detalles del objeto que bloquea la boquilla de luz de 5 nm”.
Luego, la luz se enfoca en un espectrómetro donde escanea la sonda sobre un área, registrando dos espectros por cada píxel. Los nanotubos de carbono pueden entonces exhibir sus colores.
“El nanoalambre de plata de punta afilada atómicamente suave y su acoplamiento óptico y enfoque casi sin dispersión es fundamental para la obtención de imágenes”, dijo Ruoxue Yan, coautor del estudio. “De lo contrario, habría una luz difusa intensa en el fondo que arruinaría todo el esfuerzo”.
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